martes, 23 de diciembre de 2014

18.511

Entre el ajetreo de la mañana, el buzón abría su boca al mundo todos los días. Por él se precipitaban, como si de un barranco lúgubre y sinuoso se tratara, los asuntos importantes que debían escapar del pueblo en una saca parda y áspera a la hora de la siesta. Pero antes de marchar, se llevaban incrustados en su piel de papel la divisa marcada con el acompasado ritmo del grasiento y zaino matasellos.
En el otro extremo, un desvencijado postigo comunicaba con la oficina de correos. El pequeño y húmedo habitáculo encerraba entre sus paredes todos los colores, alegrías y penas que podía deparar la vida: giros del padre emigrado al extranjero, pensiones de beneficencia, refrescantes postales veraniegas, entrañables cartas manuscritas, publicidad barnizada de otra época, fotos de la jura de bandera del hijo, periódicos inabarcables o pasteles de Navidad en pegajosos paquetes entreabiertos.
En la mesa, bajo el hule con el mapa de España, se guardaban celosos, sobres y documentos, garabatos y firmas misteriosas, huellas dactilares y tarjetas de boda. Y el calor del brasero de la mesa camilla lo envolvía todo con la tranquilidad y la ternura con la que el cartero y su mujer abrazaban el oficio cada mañana. El oficio de clasificar cartas, noticias, mensajes, palabras. Por barrios, por calles, por casas, por vidas. El oficio ritual de desentrañar la rutina de los lugareños de un pequeño pueblo entre el valle y la sierra.
Por el marco de la ventanilla desfilaban cada día estampas variopintas con sus trajines y sus recados: viejas enlutadas y plañideras, parejas de novios ilusionados e inexpertos, funcionarios ávidos de burocracia o agricultores con manos sarmentosas. Todos llevaban y traían algo, esperaban, firmaban, se sorprendían, se quejaban o se alegraban, en un ir y venir interminable.
Todo esto, desde un rincón, bajo la prohibición de no tocar ni romper nada, sentada en su silla de enea, lo miraba y lo aprehendía con ojos grandes e inocentes, una niña.

Relato ganador del 1º Premio en el I Certamen de Relato Breve "Guadix en el Día del Libro 2014", Guadix, abril 2014

Fallo del jurado

No hay comentarios:

Publicar un comentario