martes, 29 de noviembre de 2022

Tanto todo para nada




TANTO TODO PARA NADA                                                                                        29.11.2022

    Llevo semanas mirando a Qatar y a Egipto. Sobre Qatar, hay poco que añadir. Respecto a Egipto, mi estupor no es menor. Se ha celebrado la Cumbre del Clima en Sharm el Sheij. Una ciudad en mitad del desierto, un paraíso turístico repleto de piscinas y lagunas artificiales, en un país sin agua ni derechos humanos, en el continente más afectado por el cambio climático.

    La cumbre parecía más una feria de turismo y negocios. He aquí algunas cifras: mandatarios de doscientas naciones, más de cuarenta mil personas, cuatrocientos jets privados más el resto de aviones, que han emitido trece mil toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera. Antes de llegar a la ciudad balneario, los participantes han aterrizado en otras ciudades generando aún mayor contaminación. Eso sí, se les ha llenado la boca hablando de movilidad sostenible.

    También nuestros mandatarios nacionales y autonómicos han salido en la foto. Unos para movilizar los lujosos aviones del Estado. Otros para “intercambiar experiencias” a pesar de no destacar precisamente por su ejemplaridad medioambiental. Quizá si hay que salvar a alguien, rompería una lanza por nuestra reina emérita que ha causado sensación al volver a España en un vuelo regular. Y no ha pasado nada. En esta paradójica cumbre, la monarquía ha sido ejemplar.

    No nos sorprende que haya encuentros de mandatarios en los que se genera mucho gasto y contaminación. Pero entiendo que este dispendio no debería ser en nombre del cuidado del medioambiente. Pónganle otro nombre y no nos traten de tontos.

    En cuanto a los participantes, un bloque de países defendió avances sólidos. Por otro lado, los países productores de gas y petróleo impusieron su criterio a una Unión Europea sin mucho peso. Y los países más contaminantes ni han aparecido porque tienen otras prioridades.

    Un objetivo crucial era escuchar a la ciencia aunque en realidad han hecho oídos sordos a sus consejos. Todo patrocinado por la empresa de la chispa de la vida, la que más basura plástica genera.

    Con este panorama, los resultados no son nada halagüeños. Después de casi dos semanas no solo no han avanzado sino que casi retroceden. Han tenido que alargar la cumbre unos días para fijar el límite del calentamiento global en 1,5 ºC. También se han comprometido a compensar pérdidas y daños a los países más vulnerables ante futuros desastres medioambientales. No está mal aunque es preferible la anticipación y la prevención.

    ¿No es posible limitar el número de participantes en las cumbres, hacer videollamadas, evitar desplazamientos, utilizar transportes colectivos y buscar sitios de fácil acceso? ¿No es posible optimizar por el bien de todos?

    Y mientras tanto, en los colegios se predica la doctrina medioambiental. Y un puñado de ilusos viajamos en transporte colectivo, llevamos en el bolsillo trozos de papel o envoltorios de plástico hasta el contenedor correspondiente y pensamos en lo que no hacemos o podríamos mejorar. Por nosotros que no quede. Me viene a la memoria aquel endecasílabo de José Hierro: Después de tanto todo para nada. 

martes, 1 de noviembre de 2022

Solapamientos escolares




SOLAPAMIENTOS ESCOLARES                                                    1.11.2022

    Con los fuegos artificiales de la feria de San Lucas se cierra el período de transición entre el verano y el curso escolar en Jaén. No seré yo quien diga lo que deben hacer niños y jóvenes por las tardes. Para eso ya están pedagogos, familias y opinadores. El niño que necesita repasar convive con el que se le queda todo a la primera y con el que tiene deberes como tortura por muy entretenidos que sean. Hay tantas variables posibles como opciones aceptables.

    Centrándonos en las actividades extraescolares, hay niños que encajan en todas las propuestas que ofrece la tarde: deportes, artes, idiomas, naturaleza,… Y  les enriquece y les compensa aunque eso suponga que su “vida laboral diaria” sea demasiado larga. De ahí surgen muchas veces virtuosos como la guitarrista Paola Hermosín. En esas tardes nacen aficiones y futuros trabajos que los acompañarán toda la vida.

    En el polo opuesto, encontramos niños que no hacen nada supuestamente enriquecedor y se pasan la tarde frente a una pantalla o callejeando con amigos. No sé si es este el aburrimiento que defienden algunos expertos. 

    Por otro lado, el ámbito rural nos priva de academias, conservatorios y gimnasios pero ofrece como contrapartida la naturaleza en toda su extensión. Sigo en redes sociales a Anita la Cortijera y a mi paisano Joselito Campero, niños apasionados por el mundo rural, sus tradiciones y valores, que no cambiarían por nada del mundo sus hábitos diarios. Y ya quisiéramos los adultos saber hacer un mínimo de todas las tareas agrícolas y ganaderas que ellos dominan con soltura. Son influencers que sobrevivirían en las peores condiciones. Eso sí son competencias clave.  

    Seguramente el sentido común, el término medio aristotélico y la adecuación a la realidad de cada niño nos guíe hacia lo correcto. Y con las actividades en familia, si la vida laboral lo permite, acertaremos seguro.

    En mi plan de estudios universitario había solapamientos en las asignaturas. Tuvimos varias sobre el mismo tema, con profesores distintos, sin coordinación alguna,… con la consiguiente pérdida de tiempo y repetición de contenidos mientras que otros se quedaron sin dar. Y ese solapamiento es el que veo a veces entre las actividades de la mañana y las de la tarde. Puedo entender la tarde como refuerzo de tareas escolares pero no como sustitución. Veo alumnos que en horario escolar no trabajan ni atienden, desprecian a sus profesores y la enseñanza gratuita porque por la tarde prestarán atención a un vídeo o habrá una academia donde les hagan los deberes y les expliquen con igual o diferente criterio los mismos contenidos. Pareciera que solo le damos valor a lo que pagamos o que la enseñanza oficial no nos ofrece suficiente confianza. Si es así, lo conveniente sería demandar calidad. Quienes prefieran la enseñanza privada pueden estar tranquilos porque ya prolifera en forma de másteres y universidades. Solo para quien se lo pueda pagar. Independientemente de lo que legislen, somos nosotros quienes le damos valor, no precio, a una u otra opción.