martes, 12 de septiembre de 2023

Culebrones de verano




CULEBRONES DE VERANO                                                                    10.09.2023

    He tenido la oportunidad de conocer este verano a gente de la antigua Yugoslavia (bosnios, croatas, eslovenos,...). Y me he quedado maravillada con su buen nivel de español. Cuando la conversación se alargaba unos minutos, se podía detectar en su acento algunos rasgos del español de América. Todo tiene su explicación. En sus países no hay doblaje y han aprendido español viendo series y telenovelas sudamericanas. Alguien incluso hizo referencia a Chapulín Colorado o al Chavo del ocho.

    Dejando aparte esta anécdota curiosa, a pesar de haber saboreado el verano y no haber encendido apenas la televisión, he podido comprobar que en España hemos vivido un continuo culebrón. La situación económica, la inflación, las hipotecas,... dejan a muchas familias al borde del abismo.

    Por otro lado, después de las elecciones asistimos a un paréntesis político tenso en el que toca hacer números y negociar. En estos momentos lamento que no exista un “Junts por Andalucía” para hacer caja en nuestra tierra. Nosotros siempre dispersos. Me entristece también que los protagonistas de esta telenovela no miren al centro y al interés común de la mayoría y se conviertan en mercenarios que se venden al mejor postor.

    La parrilla televisiva también ha incluido lo más morboso y trágico con todo detalle, como es un asesinato en Tailandia por parte del hijo de un afamado actor. Por favor, que vuelva la ficción para descansar de tantas dosis de cruda realidad. Que repongan aunque sea “Verano azul” o “Curro Jiménez” o “Se ha escrito un crimen” para las calurosas tardes de verano.

    Y por último, cuando se vislumbraban los últimos capítulos del verano y, en silencio y sin gran repercusión mediática, brillantes deportistas hacían historia en competiciones de todo tipo (qué orgullo de mis paisanos María Pérez y su entrenador Jacinto Garzón), como en las telenovelas, la sorpresa llegó en los últimos segundos con la aparición de un tal Rubiales.

    No quiero repetir lo que ya se ha defendido desde otras columnas de forma magistral. Y el tema ya cansa bastante. Comportamiento machista, abuso de poder, gallo del cortijo deportivo, mala educación, ... es evidente. “Fue sin querer queriendo” diría el Chavo. Ojalá que este caso sirva para que los Rubiales repartidos por todos los sectores profesionales controlen sus impulsos de dueños de la manada.

    El caso también ha tenido ingredientes controvertidos y mucho “pan y circo” en cada capítulo: reacciones tardías, manipulación de imágenes, pataletas infantiles, huelgas de hambre, cambios de versión, politización, avalancha de instituciones y siglas deportivas desconocidas, cortinas de humo y trapos sucios de todos los colores. Hay opiniones para todos los gustos. Lo que está claro es que no estamos ante una miniserie de una plataforma sino ante el eterno culebrón en el que las mujeres, a pesar de ser campeonas, luchan por dejar de ser víctimas.

    Y aquí seguimos, con ganas de que acaben los dramas del verano, con ganas de que llueva mucho y bien y sea la lluvia limpia de otoño la que barra tanta inmundicia.